Aminoglucosidos

marzo 14, 2008

http://es.wikipedia.org/wiki/Aminogluc%C3%B3sido#Efectos_Adversos

Ototoxicidad: alteran neuronas sensitivas de las ramas coclear y/o vestibular del VIII par craneal. Generalmente reversible. El más ototóxico: Estreptomicina.

Predisposición familiar a la ototoxicidad de los aminoglucósidos debido a la mutación A1555G del ADN mitocondrial 

http://www.ucmh.sld.cu/rhab/articulorev10/mutacion.htm

Los aminoglucósidos son antibióticos bactericidas de amplio espectro. Habitualmente se usan en el tratamiento de infecciones causadas por bacterias patógenas grampositivas (estafilococos coagulasa positivo) y gramnegativas

(Klebsiella, Aerobacter, Shigella, Salmonella, Neisseria, Escherichia coli,y cepas de Proteus). Debido a su potencial toxicidad se recomienda que los pacientes que los reciban permanezcan bajo una estrecha vigilancia de cualquier manifestación que indique afectación renal, coclear y/o laberíntica. 1

La ototoxicidad de los aminoglucósidos es una de las causas más comunes de sorderas de comienzo tardío. Sin embargo, en condiciones similares y aplicando dosis equivalentes, estos medicamentos resultan ototóxicos sólo en un grupo de individuos. Se ha demostrado que muchos de ellos presentan varios familiares con pérdida auditiva, por lo que evidentemente existe un componente genético significativo. 2, 3
Desde que, en 1993, se identificó una mutación del ADN mitocondrial asociada a la sordera, inducida por aminoglucósidos, se ha realizado una serie de investigaciones que reafirman la existencia de esta susceptibilidad genéticamente determinada. 4, 5, 6 Es necesario su divulgación para fomentar la prevención de la pérdida auditiva en aquellas familias, en las que se está segregando esta mutación.
En este trabajo, se presentan las características clínicas que permiten al especialista en Medicina General Integral sospechar la presencia de la mutación A1555G, y se realiza una revisión del tema.

 (…)

CUADRO CLINICO

La pérdida auditiva producida por la ototoxicidad de los aminoglucósidos es, generalmente, postlingual y evoluciona de forma progresiva. No existen signos y síntomas asociados, por lo que se trata de una sordera no sindrómica o aislada. Como se debe a la toxicidad coclear, generalmente se inicia con tinitus, o sensación de campanilleo, y disminución de la percepción del sonido en el espectro de alta frecuencia, que está fuera del margen de conversación, por lo que la persona afectada no se percata del deterioro inicial. Esto se puede acompañar de un cuadro vertiginoso. A medida que evoluciona el daño auditivo, habrá menos percepción de sonidos en el margen inferior de frecuencias lo que dificulta la comunicación. 8,9

El aporte del interrogatorio al diagnóstico es de sumo valor pues, además de la historia de la enfermedad, se recogen antecedentes familiares de pérdida auditiva por vía materna, lo cual se demuestra a través de la confección de un árbol genealógico con, al menos, tres generaciones donde se observa la transmisión exclusiva de madres a hijos, independiente del sexo de éstos. ( Figura 1).

Son de gran importancia la valoración audiológica y, fundamentalmente, la identificación de la mutación A1555G en los estudios moleculares, que permiten realizar el diagnóstico con certeza. 10

PREVENCIÓN

Existe una serie de precauciones para el uso de aminoglucósidos, entre ellas, evitarlos en el curso de la insuficiencia renal o hepática, prescribirlos con cautela en ancianos, niños y embarazadas, rehusar dosis altas, no combinarlos entre sí ni con diuréticos, evadir durante el tratamiento con estos medicamentos la exposición a ruidos traumatizantes. 1 A todas estas recomendaciones, se le debe sumar la cautela de su prescripción en individuos que presentan historia personal o familiar de sordera por vía materna.

La pérdida auditiva en los individuos con la mutación A1555G está relacionada con la edad y con el tratamiento de aminoglucósidos. La mitad de los que presentan este cambio genético son sordos a los 30 años y 80 % a los 70 años, se expongan o no a estos medicamentos. Sin embargo, si sólo se analizan los casos a los que se le ha suministrado aminoglucósidos, la proporción de los individuos que presenta pérdida auditiva y tiene este cambio genético es prácticamente 100%, independientemente de la edad. Ello constituye un buen ejemplo de la acción de agentes ambientales sobre factores de susceptibilidad genética en el desarrollo de la hipoacusia. 10

Conocer que el tratamiento con aminoglucósidos puede precipitar o exacerbar la pérdida auditiva en los individuos que presentan esta alteración genética permite trazar estrategias preventivas. En las familias en las que se diagnostique a alguno de sus miembros con esta mutación, se pueden identificar todas las personas en riesgo, que son los individuos relacionados por vía materna, quienes también deben presentar la mutación A1555G.

Antes de aplicar un tratamiento con aminoglucósidos, lo ideal sería precisar si la persona tiene la mutación A1555G. Si no fuera posible, al menos, debe indagarse sobre los antecedentes familiares de sordera y precisar si es de transmisión materna. Si resulta positivo, se recomienda evitar el tratamiento con estos fármacos. De este modo, se atrasaría, o se evitaría, la aparición de la pérdida auditiva en estas personas.11 En caso de ser imprescindible la prescripción de un tratamiento con medicamentos aminoglucósidos en estos pacientes, se debe establecer un balance entre los beneficios y los riesgos.

 

http://www.medicohomepage.com/db4/farma/data/robots/amikacina__pa.htm

Los pacientes en tratamiento con aminoglucósidos por vía parenteral deben controlarse estrictamente por el potencial efecto ototóxico y nefrotóxico de éstos. No se ha establecido la seguridad de la droga cuando es administrada por más de 14 días. La neurotoxicidad, manifestada como ototoxicidad auditiva y vestibular permanente bilateral, puede ocurrir en pacientes con daño renal preexistente y en individuos con función renal normal tratados con altas dosis o por períodos mayores que los aceptados.

La sordera de alta frecuencia es la primera en aparecer y puede ser detectada por audiometría.

El vértigo es una evidencia del daño vestibular.

Pueden ocurrir temblores y convulsiones. El daño coclear puede no manifestarse durante la terapéutica y aparece luego de suspender el tratamiento.

La ototoxicidad inducida por aminoglucósidos resulta en general irreversible.

Los aminoglucósidos son potencialmente nefrotóxicos.

Deben realizarse exámenes periódicos de sedimento urinario así como audiogramas seriados.

El monitoreo de los niveles séricos de aminoglucósidos y el ajuste de la dosis de acuerdo con el resultado es una práctica terapéutica imprescindible, en especial cuando la función renal es deficiente.

Los aminoglucósidos pueden producir daño fetal y sordera en el neonato ya que atraviesan la barrera placentaria.

(…)

 los efectos tóxicos sobre el octavo par craneano pueden dar como resultado pérdida de la audición, del equilibrio o de ambos. La amikacina afecta fundamentalmente la función auditiva. El daño coclear incluye sordera para las frecuencias altas y en general ocurre antes de que se pueda detectar clínicamente la pérdida de la audición.

 

 http://bibmed.ucla.edu.ve/edocs_bmucla/MaterialDidactico/farmacologia/aminogluc%C3%B3sidos.pdf

Ototoxicidad

Muy frecuentemente (hasta 50 % de los pacientes), los aminoglucósidos causan toxicidad ótica que

puede ser irreversible y que incluye manifestaciones vestibulotóxicas y cocleotóxicas. Las alteraciones

auditivas ocurren por destrucción de las células ciliadas del órgano de Corti, mientras que las

vestibulares se presentan por lesiones en las células ciliadas de de los conductos semicirculares.

La toxicidad auditiva comienza por los niveles de frecue ncia altos (4.000 a 8.000 Hz), momento en que

todavía suele ser reversible; cuando la afectación incluye ya a los niveles más bajos, la lesión suele ser

parcial o totalmente irreversible. Aunque es menos notoria desde el punto de vista clínico, la toxicidad

vestibular suele presentarse paralelamente a la auditiva. Con la natural excepción de los relacionados

con el tipo de manifestación como tal, los mismos factores que favorecen la nefrotoxicidad se asocian a

mayor riesgo de ototoxicidad (tratamientos largos, uso conjunto de diuréticos, la edad avanzada, etc.);

sin embargo, hay una diferencia apreciable, pues la ototoxicidad es muy dependiente de la dosis, tanto

desde el punto de vista diario como desde el punto de vista acumulativo. Obviamente, la ototoxicidad

puede resultar más severa en el caso de pacientes con problemas auditivos preexistentes.

 

http://www.seq.es/seq/html/revista_seq/0397/rev1.html

Ototoxicidad

En estudios experimentales con ratas se ha demostrado que el mecanismo de entrada de los aminoglucósidos en las células del oído inferno es dependiente de la dosis, con una cinética de rápida saturación, de un modo muy parecido a lo anteriormente descrito en referencia a las células del túbulo proximal del riñón (18). No existe acumulación farmacológica en el líquido ni en los tejidos del laberinto. La ototoxicidad, entonces, se relaciona con la penetración del fármaco en compartimientos de los cuales la eliminación es extremadamente lenta. Esta entrada rápida, con rápida saturación y larga exposición de los tejidos al fármaco, es causa del desarrollo de toxicidad en el oído interno y parece favorecer, al menos desde un punto de vista estrictamente cinético, el empleo de un régimen de dosis única diaria.

En experimentos con cerdos, ni el tipo de régimen de dosificación de kanamicina ni las concentraciones pico se asociaron con ototoxicidad, pero en ratas se ha documentado menos ototoxicidad con una pauta de dosis única diaria que con una de dosis divididas (23, 24).

IMPLANTE COCLEAR EN NIÑOS.

http://www.scielo.cl/scielo.php?pid=S0718-48162007000200013&script=sci_arttext

Fue la tuberculosis la que originó, al final de la Segunda Guerra Mundial, en 1944, el uso de la estreptomicióna1,4. Ésta en un comienzo se usó en altas dosis en los pacientes con tuberculosis, que si bien conseguían sobrevivir presentaban oscliopsias y vértigos rotatorios15. Posteriormente aparecieron el resto de Integrantes de esta familia, todos ellos con un grupo amino, lo que les confiere su carácter básico, responsable de su actividad ante bacterias gram negativas, pero también de sus efectos tóxicos sobre oído Interno y riñon16.

 

 

(…)

El uso de microscopía óptica con contraste de fase, mostró de manera más precisa la locallzación de las lesiones laberínticas:

Destrucción selectiva de las células sensoriales, en órgano de Corti, esencialmente de las células ciliares externas (CCE), cuya función es ya reconocida9.
En órganos vestibulares (células de la mácula sacular en el caso de la gentamicióna).

Al mismo tiempo la microscopía electrónica de transmisión, complementó lo anteriormente señalado con los cambios en la ultraestructura de las células sensoriales secundarlas al uso de aminoglucósidos1. Los AAG no lesionan directamente el octavo par10.

(…)

La toxicidad vestibular suele seguir un curso paralelo a la auditiva y se manifiesta por vértigo, náuseas, mareos y nistagmo, aunque es frecuente que quede encubierta por los mecanismos compensatorios visuales y propioceptivos.

(…)

Ototoxicidad por medicamentos

3 respuestas to “Aminoglucosidos”

  1. Ana Says:

    ha! que andas malito de repente?, me dijo toño que andas de pierna suelta con desgarraduras en los musculos, cuidate montón che que aun hay muchos pasos que dar..abrazos

  2. akurion Says:

    hey nanys gracias por tu preocupacion, me halagas. Solo tengo este post para un caso que le estoy dando seguimiento.

    de la pierna ya voy bastante mejor aunque el tiempo pasa y ya no soy lo que hace 10 años gulp.

    besinhos y abrazinhos 🙂

  3. tinitus Says:

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