Sobre el concepto de cultura

marzo 4, 2008

Micropolítica.

Cartografías del deseo

Félix Guattari

Suely Rolnik

http://caosmosis.acracia.net/?p=80 

 http://caosmosis.acracia.net/textos/micropolitica.pdf

 

EL CONCEPTO DE CULTURA ES PROFUNDAMENTE REACCIONARIO. Es una manera de separar actividades semióticas (actividades de orientación en el mundo social y cósmico) en una serie de esferas, a las que son remitidos los hombres. Una vez que son aisladas, tales actividades son estandarizadas, instituidas potencial o realmente y capitalizadas por el modo de semiotización dominante; es decir, son escindidas de sus realidades políticas.

(…) 

Hay así algunas palabras-trampa (como la palabra «cultura»), nociones-tabique que nos impiden pensar la realidad de los procesos en cuestión.

(…)

Y así se acaba desembocando en una situación en la que aquello que yo llamaría «actividades de semiotización» —toda la producción de sentido, de eficiencia semiótica— es separado en una esfera que pasa a ser designada como la «cultura». Y así a cada alma colectiva (los pueblos, las etnias, los grupos sociales) le será atribuida una cultura. Sin embargo, esos pueblos, etnias y grupos sociales no viven esas actividades como una esfera separada. De la misma manera que el prestigioso burgués de Molière descubre que «hace prosa», las llamadas sociedades primitivas descubren que «hacen cultura»; son informadas, por ejemplo, de que hacen música, danza, actividades de culto, mitología y muchas más. Y descubren eso sobre todo en el momento en el que algunas personas toman su producción para exponerla en museos o venderla en el mercado de arte o para incluirla en las teorías antropológicas en circulación. Pero estas sociedades no hacen ni cultura, ni danza, ni música. Todas esas dimensiones están completamente articuladas entre sí en un proceso de expresión, y articuladas con su manera de producir bienes, con su manera de producir relaciones sociales. Es decir, no asumen, en absoluto, las diferentes categorizaciones propias de la antropología.

La situación es idéntica en el caso de la producción de un individuo que perdió sus coordenadas en el sistema psiquiátrico, o en el caso de la producción de los niños cuando son integrados en el sistema de escolarización. Antes de eso, juegan, articulan relaciones sociales, sueñan, producen pero, tarde o temprano, van a tener que aprender a categorizar esas dimensiones de semiotización en el campo social normalizado. Ahora es hora de jugar, ahora es hora de producir para la escuela, ahora es hora de soñar y así sucesivamente.

(…)

En el fondo, sólo hay una cultura: la capitalística. Es una cultura siempre etnocéntrica e intelectocéntrica (o logocéntrica), ya que separa los universos semióticos de las producciones subjetivas.

(…)

La producción de subjetividad constituye la materia prima de toda y cualquier producción.

(…)

Aquellos a los que se ha convenido en llamar «trabajadores sociales» —periodistas, todo tipo de psicólogos, asistentes sociales, educadores, animadores, gente que desarrolla cualquier tipo de trabajo pedagógico o cultural en comunidades de periferia, en los barrios de viviendas sociales, etc.— actúan de alguna manera en la producción de subjetividad. ¿Pero quién no trabaja en la producción social de subjetividad? No veo inconveniente en eso, ya que es inevitable a estas alturas. No pienso que sea posible ni deseable volver a una producción de subjetividad que consistiese, por ejemplo, en reglamentar el paso de una franja de edad a otra, a través de sistemas de iniciación —es verdad que esos ritos constituyen sistemas de fiesta y de representaciones maravillosas, pero son también extremadamente crueles.

Estamos embarcados en este proceso de división social general de la producción de subjetividad y no hay vuelta atrás. Pero, por eso mismo, debemos interpelar a todos aquellos que ocupan una posición docente en las ciencias sociales y psicológicas, o en el campo del trabajo social, todos aquellos cuya profesión consiste en interesarse por el discurso del otro. Se encuentran en una encrucijada política y micropolítica fundamental. O hacen el juego a esa reproducción de modelos que no nos permiten crear salidas a los procesos de singularización o, por el contrario, trabajan para el funcionamiento de esos procesos en la medida de sus posibilidades y de los agenciamientos que consigan poner a funcionar. Eso quiere decir que no hay objetividad científica alguna en ese campo, ni una supuesta neutralidad en la relación, como la supuesta neutralidad analítica.

En realidad, esas teorías sirven para justificar y legitimar la existencia de esas profesiones especializadas, de esos equipamientos discriminadores y, por lo tanto, de la marginalidad de algunos sectores de la población. Las personas que, en los sistemas terapéuticos o en la universidad, se consideran simples depositarias de un saber científico o simples canales de transmisión del mismo, sólo por eso, ya hicieron una opción reaccionaria. Sea cual sea su inocencia o su buena voluntad, ocupan efectivamente una posición de refuerzo de los sistemas de producción de la subjetividad dominante. Y no se trata del destino de su profesión. En Francia, en el 68, se debatía esa cuestión y se consideraba sistemáticamente a los «psi» (psicólogos, psiquiatras, psicoanalistas) y en general a los trabajadores sociales como «gendarmes». Ahora no hay profesión alguna que sea esencialmente policíaca, a no ser la propia profesión de policía, y hasta eso es discutible. Desde el punto de vista micropolítico cualquier praxis puede ser o no policíaca; ningún cuerpo científico, ningún cuerpo de referencia tecnológica garantiza una justa orientación. La garantía de una micropolítica procesual, aquella que construye nuevos modos de subjetivación singularizante no se encuentra en ese tipo de enseñanza. La garantía de una micropolítica procesual sólo puede —y debe— ser encontrada a cada paso, a partir de los agenciamientos que la constituyen, en la invención de modos de referencia, de modos de praxis. Invención que permita elucidar un campo de subjetivación y, al mismo tiempo, intervenir efectivamente en ese campo, tanto en su interior como en sus relaciones con el exterior. Para el profesional de lo social, todo dependerá de su capacidad de articularse con los agenciamientos de enunciación que asuman su responsabilidad en el plano micropolítico.

(…)

La evolución de la novela como un todo puede ser remitida a esas diferentes tentativas de creación de sistemas de referencia para los nuevos modos de producción de la subjetividad. Es interesante señalar como los sistemas de modelización de la novela están siempre, en cierta manera, relacionados con los sistemas de modelización del psiquismo. Freud siempre buscó sus referencias en la mitología antigua, sin embargo, las traducía a un cierto tipo de novela familiar mucho más próxima a la obra de Goethe, por ejemplo. No obstante, para mí, es evidente que los mayores psicoanalistas no son ni Freud, ni Lacan, ni Jung, ni nadie de ese tipo, sino gente como Proust, Kafka o Lautréamont. Estos últimos consiguieron representar las mutaciones subjetivas mucho mejor que las empresas de modelización premeditadamente científicas.

(…)

Si considerásemos lo que efectivamente pasa en el campo de la creación

artística y científica, jamás encontraríamos sistemas de centralización, instituciones

que controlasen totalmente los procesos creativos. De algún modo,

las producciones artísticas y científicas proceden de agenciamientos de

enunciación que a la vez atraviesan no sólo las instituciones y las especialidades,

sino además países y hasta épocas. Hay siempre una suerte de multicentrismo

de los puntos de singularización en el campo de la creación. Esto no

impide que haya, en un momento o en otro, un individuo creador o una

escuela —pero siempre es retomado por un phylum de producción que secruza con otro phylum. Sólo en la cabeza de lxos generales y de los déspotas

de la cultura existe la idea de que se pueda planear una revolución,

aunque ésta sea cultural. Por esencia, la creación es siempre disidente, transindividual,transcultural.(…)

La culpabilización es una función de la subjetividad capitalística. La raíz de

las tecnologías capitalísticas de culpabilización consiste en proponer siempre

una imagen de referencia a partir de la cual se plantean cuestiones tales

como: «¿Quién es usted?» «¿Se atreve a tener opinión, en nombre de qué

habla?» «¿Qué vale usted en la escala de valores reconocidos en la sociedad?

» «¿A qué corresponde su habla?» «¿Qué etiqueta podría clasificarlo?»

Y estamos obligados a asumir la singularidad de nuestra propia posición

con el máximo de consistencia. Sólo que, en caso de hacerlo solos, esto es frecuentemente

imposible pues una posición implica siempre un agenciamiento

colectivo. Por lo tanto, a la menor vacilación ante esa exigencia de referencia,

se acaba cayendo automáticamente en una suerte de agujero, que hace

que la gente comience a preguntarse: «A fin de cuentas ¿quién soy yo? ¿Será

que soy un mierda?» Es como si nuestro propio derecho a la existencia se

derrumbase. Y ahí se piensa que lo mejor que puede hacer uno es callarse e

interiorizar esos valores. ¿Pero quién es el que dice eso? Tal vez no sea necesariamente

el profesor, o el maestro explícito exterior, sino algo de nosotros

mismos, en nosotros mismos y que nosotros mismos reproducimos.

Instancias de superego e instancias de inhibición.

(…)

Otra función de la economía subjetiva capitalística (tal vez la más importante de

todas) es la de la infantilización. Piensan por nosotros, organizan por nosotros la

producción y la vida social. Más allá de eso, consideran que todo lo que tiene

que ver con cosas extraordinarias —como el hecho de hablar y vivir, el hecho

de tener que envejecer, de tener que morir— no debe perturbar nuestra armonía

en el puesto de trabajo y en los lugares de control social que ocupamos,

comenzando por el control social que ejercemos sobre nosotros mismos.

La infantilización —como la de las mujeres, la de los locos, la de ciertos sectores

sociales o la de cualquier comportamiento disidente— consiste en que

todo lo que se hace, se piensa o se pueda venir a hacer o pensar sea mediado

por el Estado. Cualquier tipo de intercambio económico, cualquier tipo

de producción cultural o social tiende a pasar por la mediación del Estado.

Esa relación de dependencia del Estado es uno de los elementos esenciales

de la subjetividad capitalística.

(…)

cultura presentacion en power point con algunas de las notas anteriores.

73 respuestas to “Sobre el concepto de cultura”

  1. akurion Says:

    me quede en la pag 68

  2. akurion Says:

    «La relación que se establece entre el ego y la persona social y jurídica hace
    que se tienda siempre a responsabilizar a las funciones de la subjetividad. Se
    da entonces un fenómeno de reificación social de la subjetividad, con todos
    sus contra-efectos de represión, de culpabilización, etc. Estamos totalmente
    prisioneros en una especie de individuación de la subjetividad.»

  3. akurion Says:

    «Es muy importante, desde mi punto de vista, no confundir esos procedimientos
    de culpabilización, producidos sistemáticamente por todos los sistemas
    de modelización, de formación de la subjetividad, con una especie de
    mecanismo sadomasoquista que, en la descripción freudiana, sería de naturaleza
    intrapsíquica (el conflicto tipo Eros / Thanatos). En otras palabras,
    lidiar con esa problemática no pasa por un psicoanálisis generalizado, sino por procedimientos
    micropolíticos, por la instauración de dispositivos particulares que
    disuelvan esos elementos de culpabilización de los valores capitalísticos.»

  4. akurion Says:

    «La discriminación es una función de la economía subjetiva capitalística directamente
    vinculada a la culpabilización.»

  5. akurion Says:

    «Todo lo que es del dominio de la ruptura, de la sorpresa y de la angustia,
    pero también del deseo, de la voluntad de amar y de crear, debe encajar de
    alguna manera en los registros de las referencias dominantes. Existe siempre
    un arreglo que intenta prever todo lo que pueda tener la naturaleza de
    una disidencia del pensamiento y del deseo. Hay una tentativa de eliminar
    aquello que llamo procesos de singularización. Todo lo que sorprende, aunque
    sea levemente, debe ser clasificable en alguna zona de encasillamiento,
    de referenciación.»

  6. akurion Says:

    «El orden capitalístico incide en los modos de temporalización. Ha destruido los
    antiguos sistemas de vida, ha impuesto un tiempo de equivalencias, comenzando
    por el salario a través del cual valoriza las diferentes actividades de
    producción. Las producciones que entran en los circuitos comerciales, las
    producciones de orden social o las producciones de alta valorización son
    sobrecodificadas por un tiempo general de equivalencia.
    Fenomenológicamente, sabemos que ese tiempo de equivalencia es algo
    que depende de un determinado orden social: el tiempo no sigue los mismos
    ritmos, los mismos ritornelos, en un agenciamiento onírico, en un agenciamiento
    melancólico o maníaco, en un agenciamiento de danza o en un
    agenciamiento de producción social colectiva. De hecho, se trata de modos
    de territorialización específicos. Y todos esos sistemas de medida de equivalencia
    del tiempo, interiorizados, no son sólo un hecho subjetivo, sino también
    un dato básico en la formación de la fuerza colectiva de trabajo y en la
    formación de la fuerza colectiva de control social. Lo que fue dicho sobre el
    modo de temporalización podría también ser dicho sobre el modo de espacialización.
    Hoy, todas las relaciones con el espacio, con el tiempo y con el
    cosmos tienden a ser completamente mediadas por los planos y ritmos
    impuestos, por el sistema de encasillamiento de los medios de transporte,
    por la modelización del espacio urbano, del espacio doméstico, por la tríada
    coche-televisión-equipamiento colectivo, etc.»

  7. akurion Says:

    «La fuerza de la subjetividad capitalística se produce tanto al nivel de los opresores,
    como de los oprimidos.»

  8. akurion Says:

    «Lo que me parece original en el trabajo que Deleuze y Guattari vienen
    desarrollando es, primero, el reconocimiento de esa producción como la propia
    industria de base del sistema capitalista (o socialista burocrático); segundo,
    la sensibilidad de estos autores a los puntos de ruptura de ese dispositivo
    complejo de producción de la subjetividad, en los que se situarían, según
    ellos, muchos de los movimientos sociales de la actualidad; y, finalmente, el
    reconocimiento de tales puntos de ruptura como focos de resistencia política
    de mayor importancia, ya que atacan la lógica del sistema, no como abstracción,
    sino como experiencia vivida. Tenemos que reconocer que en esa posición
    existe una apertura de perspectivas un tanto extraña en la actualidad.
    6. Revoluciones moleculares: el atrevimiento de la singularización
    GUATTARI. La tentativa de control social, a través de la producción de subjetividad
    a escala planetaria, choca con factores de resistencia considerables,
    procesos de diferenciación permanente que yo llamaría «revolución molecular
    » aunque el nombre poco importa.»

    «Lo que caracteriza a los nuevos movimientos sociales no es sólo una resistencia
    contra ese proceso general de serialización de la subjetividad, sino la
    tentativa de producir modos de subjetivación originales y singulares, procesos
    de singularización subjetiva.»

  9. akurion Says:

    «La función de autonomía en un grupo corresponde a la capacidad de operar
    su propio trabajo de semiotización, de cartografía, de injerir en el nivel de
    las relaciones de fuerza local, de hacer y deshacer alianzas, etc.»

  10. akurion Says:

    «Lo que caracteriza un proceso de singularización (que, durante cierta época,
    llamé «experiencia de un grupo sujeto») es que sea automodelador. Esto es,
    que capte los elementos de la situación, que construya sus propios tipos de
    referencias prácticas y teóricas, sin permanecer en una posición de constante
    dependencia con respecto del poder global, a nivel económico, a nivel de los
    campos de saber, a nivel técnico, a nivel de las segregaciones, de los tipos de
    prestigio que son difundidos. A partir del momento en el que los grupos
    adquieren esa libertad de vivir sus propios procesos, pasan a tener capacidad
    para leer su propia situación y aquello que pasa en torno a ellos. Esa capacidad
    es la que les va a dar un mínimo de posibilidad de creación y exactamente
    les va a permitir preservar ese carácter de autonomía tan importante.»

  11. akurion Says:

    «La idea de revolución molecular habla sincrónicamente de todos los niveles:
    infrapersonales (lo que está en juego en el sueño, en la creación, etc.), personales
    (las relaciones de auto-dominación, aquello que los psicoanalistas llaman
    Superyo) e interpersonales (la invención de nuevas formas de sociabilidad
    en la vida doméstica, amorosa y profesional, y en las relaciones con los vecinos
    y con la escuela).»

  12. akurion Says:

    «Las radios libres, la objeción al sistema de representación política, el cuestionamiento
    de la vida cotidiana, las reacciones de rechazo al trabajo en su forma
    actual, son virus que contaminan el cuerpo social en relación con el consumo,
    con la producción, con el ocio, con los medios de comunicación, con la cultura,
    etc. Son revoluciones moleculares creando mutaciones en la subjetividad,
    consciente e inconsciente, de los individuos y de los grupos sociales.»

  13. akurion Says:

    «La revolución molecular consiste en producir las condiciones no sólo de una
    vida colectiva, sino también de la encarnación de la vida para sí mismo,
    tanto en el campo material, como en el campo subjetivo.»

  14. akurion Says:

    «Lo que estoy llamando procesos de singularización es algo que frustra esos
    mecanismos de interiorización de los valores capitalísticos, algo que puede
    conducir a la afirmación de valores en un registro particular, independientemente
    de las escalas de valor que nos cercan y acechan por todos lados.»

  15. akurion Says:

    «El trazo común entre los diferentes procesos de singularización es un devenir
    diferencial que rechaza la subjetivación capitalística. Eso se siente por un
    determinado calor en las relaciones, por determinada manera de desear, por
    una afirmación positiva de la creatividad, por una voluntad de amar, por
    una voluntad simplemente de vivir o sobrevivir, por la multiplicidad de
    esas voluntades. Es preciso abrir espacios para que eso acontezca. El deseo
    sólo puede ser vivido en vectores de singularización.»

  16. akurion Says:

    «Los microprocesos revolucionarios pueden no ser de la misma naturaleza
    que las relaciones sociales. Por ejemplo, la relación de un individuo con la
    música o con la pintura puede acarrear un proceso de percepción y de sensibilidad
    completamente nuevo.»

  17. akurion Says:

    «Hay una suerte de resistencia social que debe oponerse a los modos dominantes
    de temporalización. Ésta va desde el rechazo a cierto ritmo en los
    procesos de trabajo asalariado, hasta el hecho de que ciertos grupos
    entiendan que su relación con el tiempo debe ser producida por ellos mismos
    —como en la música y en la danza. Algunos teóricos de la Autonomia
    en Italia insistieron justamente en esta dimensión de la diferenciación de
    los modos de temporalización. Lo mismo puede decirse en relación a los
    modos de espacialización.»

  18. akurion Says:

    «La problemática del cuestionamiento del sistema capitalístico ya no es del
    dominio exclusivo de las luchas políticas y sociales a gran escala o de la afirmación
    de la clase obrera. También pertenece a aquello que intenté agrupar
    bajo el nombre de «revolución molecular», cuyos enemigos o antagonistas
    no pueden ser clasificados en rúbricas claramente delimitadas. Hay una
    relación de complementariedad y de segmentariedad, que hace que a veces
    seamos, simultáneamente, aliados y enemigos de alguien.»

  19. akurion Says:

    «En la historia del capitalismo, existió una época en la que una serie de revoluciones
    burguesas transformaron profundamente las relaciones sociales de
    forma paralela a las relaciones económicas. Parece que ese paralelismo no tiene,
    en absoluto, ninguna vigencia en la crisis actual. En este aspecto el movimiento
    mundial de revoluciones moleculares está incontestablemente más adaptado a
    las transformaciones productivas e informáticas, a la evolución de las relaciones
    científicas y estéticas, a las mutaciones en curso que se desarrollan actualmente
    en esos campos, que a las estructuras esclerotizadas de la universidad y de los
    organismos oficiales, y esto tanto en el Este como en Occidente.»

  20. akurion Says:

    «En cuanto a los movimientos que pretenden desembocar en una transformación
    social que combata la omnipotencia de la producción de subjetividad
    capitalística con prácticas y referencias arcaicas que difunden una visión
    maniqueísta, se puede decir que están dejando el campo totalmente libre
    para esa producción. Para que se hagan efectivos los procesos de reapropiación
    de la subjetividad —tales como los de un grupo de psiquiatrizados; o
    de un grupo de personas que quieren organizar su vida de otro modo; o de
    una minoría social que quiere deshacerse de los sistemas de coacción que
    tienden a modelizarla; o de un grupo de mujeres que, aunque en pequeña
    escala, quieren liberarse del sistema opresivo del que son objeto desde hace
    milenios; o de un grupo de creadores que quieren librarse de los sistemas de
    patronazgo en su campo; o hasta de niños que rechazan la aceptación del sistema
    de educación y de vida que les es propuesto, deben crear sus propios
    modos de referencia, sus propias cartografías, deben inventar su praxis de
    manera que produzcan aperturas en el sistema de subjetividad dominante.»

  21. akurion Says:

    «Es preciso que cada uno se afirme en la posición singular que ocupa, que la
    haga vivir, que la articule con otros procesos de singularización y que se
    resista a todas las tentativas de nivelación de la subjetividad, ya que estas
    tentativas son fundamentales por el mero hecho de que el imperialismo hoy
    se afirma tanto a través de la manipulación de la subjetividad colectiva,
    como a través de la dominación económica. A cualquier escala que esas
    luchas se expresen o se agencien, tienen un alcance político, ya que tienden
    a cuestionar ese sistema de producción de subjetividad.»

  22. akurion Says:

    «Todos los devenires singulares, todas las maneras de existir de modo auténtico
    chocan contra el muro de la subjetividad capitalística. O bien los devenires
    son absorbidos por ese muro, o bien sufren verdaderos fenómenos de
    implosión. Es preciso construir otra lógica —diferente de la lógica habitual—
    para poder hacer coexistir ese muro con la imagen de una diana que
    una fuerza sería capaz de perforar. Esto debe hacerse, aun a sabiendas de
    cuan terrible puede llegar a ser ese muro, y de que su demolición implica
    encontrar medios difíciles y organizados (sin por eso caer en el fascismo), al
    mismo tiempo que se continúan desarrollando agenciamientos y territorios
    donde las personas se puedan sentir bien.»

  23. akurion Says:

    «Los agenciamientos que pueden construir sus propios modos de subjetivación
    provocan básicamente dos tipos de actitud:
    • La actitud normalizadora, que se traduce de dos maneras diferentes,
    pero complementarias: la ignorancia sistemática de tales agenciamientos,
    su consideración como meros problemas secundarios o arcaísmos; o
    su recuperación e integración.
    • La actitud que los reconoce, que considera tales agenciamientos en su
    carácter específico y en su trazo común, de tal modo que posibilita su
    articulación. Sólo esa articulación va a permitir un cambio efectivo de
    la situación.»

  24. akurion Says:

    «En otras palabras, un punto de singularidad puede ser orientado en el
    sentido de una estratificación que lo anule completamente, pero también
    puede entrar en una micropolítica, que puede dar lugar a un proceso de singularización.
    En esto, a mi entender, es en lo que reside toda la importancia
    de los análisis de las problemáticas del inconsciente.»

  25. akurion Says:

    «El problema que se presenta en el sistema social actual es que el conjunto de
    las formas sociales estratificadas es claramente incapaz de responder a las
    mutaciones maquínicas; de este modo éstas son permanentemente reterritorializadas
    y reestratificadas.»

  26. akurion Says:

    «Los puntos de singularidad, los procesos de singularización son las propias
    raíces productivas de la subjetividad en su pluralidad.»

  27. akurion Says:

    «como afirma el teórico alemán Hans Magnus Enzensberger, la
    industrialización del espíritu supone cuatro condiciones:
    • Un pre-requisito filosófico: el racionalismo.
    • Un pre-requisito político: la proclamación de los derechos humanos,
    particularmente la igualdad y la libertad.
    • Un pre-requisito económico: la acumulación de capital.
    • Un pre-requisito tecnológico: la industrialización.»

  28. akurion Says:

    Pero si en ese fenómeno hay una audaz afirmación de la vida, una creación
    de nuevos agenciamientos sociales, señales de un proceso de singularización
    que se prepara, por otro lado es también portador de un peligro: tomar la
    disolución como finalidad, en lugar de ser sólo la vía necesaria para la creación.
    No ha sido la primera vez que sucumbimos a la fascinación de la destrucción,
    llevada hasta sus últimas consecuencias, frente a la violencia cometida
    contra la vida en el mundo en el que vivimos. No ha sido la primera vez
    que decimos: «Si es para vivir así, tan precariamente, mejor ser autores de
    nuestra propia muerte». Ese peligro es el que Guattari llama «microfascismo».

  29. akurion Says:

    La música popular, en cierto modo, coloca la cuestión del
    deseo en múltiples formas no sólo de expresión verbal sino de expresión
    gestual y corporal. Y esto, con una capacidad de penetración que crea una
    situación nueva, una situación singular: la posibilidad (ambivalente también)
    de discutir, de colocarse y de elaborar esa cuestión molecular dentro
    de la llamada industria cultural.

  30. akurion Says:

    GUATTARI. En Brasil, en este momento, la invención de modos de expresión
    semiótica de diferentes naturalezas, evocados por todos en este debate,
    constituye de alguna manera una suerte de reserva posible de expresividad
    de medios totalmente imprevistos, inesperados, para luchar contra todas las
    lenguas burocratizadas, endurecidas. Sobre la intervención de José Miguel
    Wisnik, yo diría que la manera de evitar expresiones mortíferas del deseo
    (como esa de lanzar adoquines como distracción de fin de semana), la manera
    de evitar el riesgo de acumulación de microfascismo, el riesgo de desarrollo
    de cánceres fascistas, no consiste evidentemente en crear sistemas de control
    y de sobrecodificación. Consiste en instaurar dispositivos que articulen
    modos de expresión disidentes a los modos de expresión dominantes, dándoles
    cierto poder en las relaciones de fuerza reales. Al revés que en una
    especie de rollo compresor fascista, tendríamos la creación de modos de
    conexión y de articulación rizomáticas. Tendríamos también la profundización
    de procesos en su singularización, sin que, por eso, se volviesen impotentes
    en las relaciones de fuerza reales.

  31. akurion Says:

    ¿Lo que organiza un comportamiento, una relación social, un sistema de
    producción es el hecho de que está circunscrito a una identidad? ¿O es tener,
    pegada, una etiqueta? ¿O que se ejerza bajo leyes prefijadas por un reglamento?
    ¿Será que la relación fundadora del yo, aquello que nos da el sentimiento
    Subjetividad e historia 83
    de ser nosotros mismos, está en nuestra obediencia al código de una microsociedad
    o a las leyes de una sociedad? ¿O en la referencia a una ideología
    religiosa, política o a cualquier otra? ¿Es eso lo que nos permite vivir, no sólo
    en el sentido de poder respetarnos, sino también, y sobre todo, de poder
    tener relaciones creativas? ¿Es eso lo que permite organizar la división del
    trabajo? ¿Es eso lo que permite producir, tanto en el campo material, como
    en lo subjetivo, las condiciones de una vida colectiva y, al mismo tiempo, las
    condiciones de desarrollar una vida por nosotros mismos (aquello que
    llamo proceso de singularización)?
    Es exactamente ese tipo de problemas los que, para mí, son muy mal planteados
    cuando pensamos en esos términos —en los términos de una identidad,
    en los términos del poder que tiene el ego de controlar las fuerzas pulsionales
    del inconsciente bajo el dominio del superego, de la ley, de todos los sistemas
    de control social. Pienso que, por el contrario, la manera en la que el yo, los
    individuos, los grupos sociales son modelados por los sistemas capitalísticos
    contemporáneos es mucho más portadora del desorden y de entropía que los
    sistemas de sensibilidad (aquello que llamo modos de semiotización prepersonales),
    sistemas que pueden desarrollarse en una dirección que apunta hacia la
    rebeldía frente a la dominación de las estructuras de identidad.

  32. akurion Says:

    Lo que es producido por la subjetividad capitalística, lo que nos llega a través
    de los medios de comunicación, de la familia, de todos los equipamientos que
    nos rodean, casi no son ideas; no son la transmisión de significaciones a través
    de enunciados significantes; ni modelos de identidad o identificaciones
    con polos maternos, paternos, etc. Son, esencialmente, sistemas de conexión
    directa entre, por un lado, las grandes máquinas productoras y de control
    social y, por otro, las instancias psíquicas, la manera de percibir el mundo.

  33. akurion Says:

    La problemática de las identidades —tal y como han percibido los psicoanalistas
    en el transcurso de la historia del psicoanálisis— no habla sólo sobre
    una reproducción de las identidades y de los procesos de identificación. Lo
    que hay de rico y fructífero en la evolución de la teoría del objeto en la historia
    del psicoanálisis es que, a pesar de todas las reducciones interpretativas
    con las que ha sido tratada la cuestión de la relación del objeto, se ha
    dado una recuperación —en particular en las teorías kleinianas— de la idea
    de que existían puntos de singularidad subjetiva bajo las estructuras del ego
    y de las estructuras identificatorias.

    También en la teoría lacaniana, una de las formulaciones más operativas ha
    sido la del «objeto a» como función de singularidad en los procesos psíquicos.
    El punto en el que estoy en desacuerdo con las referencias de Lacan es
    en la utilización que hace del matema «objeto a»; sobre todo, el modo en el
    que lo articula en su teoría del fantasma que acaba por reintegrarla en la
    problemática de la representación.

  34. akurion Says:

    Para cerrar esta cuestión me parece oportuno partir de una doble descentralización
    radical de la noción de subjetividad en relación con la noción de
    identidad. La subjetividad parece estar caracterizada de una doble manera:
    por un lado el hecho de habitar procesos infrapersonales (la dimensión
    molecular) y, por otro, el hecho de estar esencialmente agenciada en el nivel
    de agenciamientos sociales, económicos, maquínicos; de estar abierta a
    todas las determinaciones socio-antropológicas y económicas.
    􀀜

  35. akurion Says:

    El punto en el que las problemáticas del inconsciente se
    entrelazan con las problemáticas políticas está exactamente en la idea de que
    apenas se trata de subjetividades identificables o identificadas, sino de procesos
    subjetivos que escapan a las identidades.

  36. akurion Says:

    8. Identidad versus singularidad
    Identidad y singularidad son completamente diferentes. La singularidad es
    un concepto existencial y la identidad es un concepto de referenciación, de
    circunscripción de la realidad a cuadros de referencia, que pueden ser
    imaginarios. Esta referenciación va a desembocar tanto en lo que los freudianos
    llaman proceso de identificación, como en los procedimientos policiales,
    en el término identificación del individuo —su documento de identidad,
    su impresión digital. En otras palabras, la identidad es aquello que hace
    pasar la singularidad de las diferentes maneras de existir por un solo y mismo cuadro
    de referencia identificable. Cuando vivimos nuestra propia existencia, la
    vivimos con las palabras de una lengua que pertenece a cien millones de
    personas; la vivimos con un sistema de intercambios económicos que pertenece
    a todo un campo social; la vivimos con representaciones de modos de
    producción totalmente serializados. Sin embargo, viviremos y moriremos
    en una relación totalmente singular con ese entrecruzamiento. Lo que es
    verdadero para cualquier proceso de creación es verdadero para la vida. Un
    músico o un pintor está zambullido en todo lo que fue la historia de la pintura,
    en todo lo que la pintura despliega en torno suyo y, por lo tanto, la retoma
    de un modo singular. Otra cosa es la manera en la que esa existencia, ese
    proceso creativo será después identificado en coordenadas sociohistóricas y
    esto último no coincide con el sentido del proceso de singularización. Ahora
    bien, lo que interesa a la subjetividad capitalística, no es el proceso de singularización,
    sino justamente este resultado del proceso: su circunscripción
    a modos de identificación de la propia subjetividad dominante.
    Aquello que llamo procesos de singularización —simplemente poder vivir,
    sobrevivir en un determinado lugar, en un determinado momento, ser nosotros
    mismos— no tiene nada que ver con la identidad (cosas tales como mi
    nombre es Félix Guattari y estoy aquí). Tiene que ver, por el contrario, con el
    modo en el que, en principio, funcionan y se articulan todos los elementos
    que constituyen el ego; es decir, con la forma en la que sentimos, respiramos,
    tenemos o no voluntad de hablar, de estar aquí o de irnos rápidamente.

  37. akurion Says:

    GUATTARI. No voy a entrar en un análisis de los fenómenos que usted está
    describiendo, fenómenos que se están dando en el contexto de Bahía, y que
    no conozco. La única observación que estoy en condiciones de hacer es que
    me parece que los conceptos de cultura y de identidad cultural son profundamente
    reaccionarios: cada vez que los utilizamos, propagamos, sin percibirlos,
    modos de representación de la subjetividad que la reifican y que con eso
    no nos permiten dar cuenta de su carácter compuesto, elaborado, fabricado,
    de la misma forma que cualquier mercancía en el campo de los mercados
    capitalísticos.

  38. akurion Says:

    En lugar de reificar una noción como la de la cultura de un grupo social,
    podríamos tal vez hablar, más convenientemente, de un agenciamiento de procesos
    de expresión. Esos procesos, a nivel molar, son de hecho antagónicos en
    relación con las producciones de subjetividad capitalística, pero lo que su
    reificación no nos permite percibir es que, a nivel molecular son completamente
    indistintos en relación con otras producciones semióticas —no sólo
    las que se dan en África, sino también las de los punks, las de los grupos de
    rock de la periferia de París, las de un poeta o de un músico en Japón o en
    cualquier lugar del mundo.

  39. akurion Says:

    Es muy importante considerar que esos procesos de singularización pueden
    ser, por un lado, capturados y circunscritos, por relaciones de fuerza
    que les dan esa figura de identidad —sin olvidar nunca que se trata de un
    concepto que es de alguna forma profundamente reaccionario, aun cuando
    es manejado por movimientos progresistas. Por otro lado, esos mismos procesos
    pueden, concomitantemente, funcionar en el registro molecular, escapando
    totalmente a esa lógica identitaria. Esa ambigüedad de los conceptos
    existe en todos los campos.

  40. akurion Says:

    La idea de subjetivación colectiva singular no se refiere forzosamente a un
    alma inmanente o trascendente, que sería el alma de un grupo social: todas
    esas concepciones que refieren los fenómenos subjetivos a identidades culturales
    tienen siempre un fondillo de etnocentrismo. Una subjetividad
    puede estar implicada en procesos de singularización —como la subjetividad
    de los grupos homosexuales o de los negros, que reinventan un sistema
    religioso particular como el candomblé—, sin que se tenga, por eso, que proyectar
    la referencia de una identidad cultural sobre esa producción de subjetividad.
    Tal referencia es mítica, aunque «mítica» no es precisamente la
    palabra que me gustaría emplear, pues se trata de un mito extremadamente
    funcional: implica un tipo de producción subjetiva que se ajusta muy bien a
    los asuntos de las sociedades capitalísticas.

  41. akurion Says:

    Esto parece una característica de la situación del continente latinoamericano
    en general. Un continente que no ha sido completamente devastado
    por las semióticas capitalísticas y que dispone de reservas extraordinarias de
    medios de expresión no-logocéntricos, pudiendo articularse en formas de
    creación totalmente originales.

  42. akurion Says:

    «La identidad cultural constituye un nivel de la subjetividad: el nivel de la territorialización
    subjetiva.»

  43. akurion Says:

    «La noción de «identidad cultural» tiene implicaciones políticas y micropolíticas
    desastrosas, porque lo que no alcanza a comprender es precisamente
    toda la riqueza de la producción semiótica de una etnia, de un grupo social
    o de una sociedad.»

  44. akurion Says:

    «a) Identidad versus devenir-mujer, devenir-homosexual, devenir-negro»

  45. akurion Says:

    «Arthur Rimbaud, en Iluminaciones, hablaba de un devenir-negro. De
    alguna forma, también ese devenir-negro habla a otras categorías etnográficas.
    Hay un devenir-negro de la pintura, un devenir-negro de la música, así
    como se podría decir que hay un devenir minoritario de la literatura —
    rechazo de la inscripción de la literatura en las formas dominantes.»

  46. akurion Says:

    «En otras palabras, la idea de «devenir» está ligada a la posibilidad o no
    de un proceso de singularización.»

  47. akurion Says:

    «En resumen, a la idea de reconocimiento de la identidad opondría una
    idea de procesos transversales, de devenires subjetivos que se instauran a
    través de los individuos y de los grupos sociales; y que pueden hacerlo porque
    ellos mismos son procesos de subjetivación, porque configuran la propia
    existencia de esas realidades subjetivas. Sin embargo, no pueden existir
    en sí mismos, sin un movimiento procesual; es eso lo que les da su potencia
    para atravesar todas las estratificaciones —estratificaciones materiales, de
    sentido, de sistemas maquínicos, etc.»

  48. akurion Says:

    «Así, podríamos decir que cada vez que una problemática de identidad o de
    reconocimiento aparece en determinado lugar, cuanto menos estamos delante de una
    amenaza de bloqueo y de paralización del proceso. Dentro de esa lógica —que
    puede parecer un tanto paradójica— se puede concebir la existencia no de
    92 Micropolítica. Cartografías del deseo
    un programa común, de un frente, de una unificación, sino de vías de paso,
    vías de comunicación inconsciente entre la cuestión negra, la cuestión femenina,
    entre devenires-niño y devenires-poéticos. Devenires que atraviesan,
    literalmente, esos diferentes modos de subjetivación.»

  49. akurion Says:

    «Si hoy se presentan problemáticas como la de la subjetivación de los negros en
    Brasil o de los homosexuales en Francia, eso no quiere decir que habría, en la
    especie humana, una naturaleza negra, una naturaleza homosexual y, por lo
    tanto, universales de la negritud, universales de la homosexualidad, que sería
    necesario rescatar. Eso quiere decir, antes bien, que algunos agenciamientos
    sociales en Brasil pretenden construir su subjetividad sobre la base de la articulación
    de algunos elementos. La homosexualidad que los homosexuales
    construyen no es algo que los especifique en su esencia, pero sí algo que habla
    directamente sobre la relación con el cuerpo, la relación con el deseo del conjunto
    de las personas que están en el entorno de los homosexuales. Eso no
    quiere decir que los homosexuales pretendan hacer proselitismo o instaurar
    una dictadura de la homosexualidad. Quiere decir, simplemente, que la problemática
    que ellos singularizan en su campo no es del dominio de lo particular
    y menos aun de lo patológico, sino que esta problemática se refiere al
    dominio de la construcción de una subjetividad que se conecta y se entrelaza
    con problemáticas que se encuentran en otros campos, como el de la literatura
    o el de la infancia. Son justamente esos elementos los que nos llevarían a
    hablar de un norte-sur a través de los países, de una negritud a través de todas
    las razas, de lenguas menores a través de todas las lenguas dominantes, de un
    devenir-homosexual, de un devenir-niño, de un devenir-planta a través de los
    sexos delimitados. Son esos elementos que Deleuze y yo agrupamos en la
    rúbrica de «dimensión molecular» del inconsciente.»

  50. akurion Says:

    «Querer ser poeta o hacer poesía ya es en cierto
    modo participar de una minoría, de una minoría oprimida, a menos que esa
    poesía encaje, por ejemplo, en algunas normas universitarias y editoriales.»

  51. akurion Says:

    «Actualmente, el movimiento feminista en Francia ha conseguido conquistar
    algunas posibilidades de intervención en ciertos engranajes del poder del
    Estado. Pero el movimiento feminista no es simplemente eso, así como éste
    no es simplemente un conjunto de grupos feministas. El movimiento sólo
    tiene sentido en la medida en que se articula con el conjunto de las microrevoluciones
    feministas que están en juego en todo el tejido social.»

  52. akurion Says:

    «Son estos devenires los que me parecen una verdadera respuesta a los
    problemas del racismo: estos devenires consisten en tomar el problema por
    la raíz. Es decir, tomar el problema no en el nivel de las grandes entidades
    culturales y ideológicas, sino en el nivel en el que se articula efectivamente
    la construcción, la producción de las subjetividades. El nivel de todo ese
    racismo entre hombre y mujer (impuesto casi desde el nacimiento), de todas
    esas dicotomías en las relaciones de semiotización (como actividad lúdica
    versus actividad escolar), de todos esos sistemas de punición que hacen que
    sólo sean seleccionadas las actividades rentables para un cierto sistema de
    jerarquía social. El nivel de la proyección de todos esos fantasmas colectivos
    de la peligrosidad de los llamados marginales («los locos son personas peligrosas
    », «los negros tienen una sexualidad extraordinaria», «los homosexuales
    son perversos polimorfos», etc.). Esa manera de captar los procesos
    de singularización y encasillarlos inmediatamente en referencias —referencias
    afectivas, referencias teóricas por parte de los especialistas, referencias
    de equipamientos colectivos y discriminadores. En esos devenires es en los
    que se da la articulación entre el nivel molecular de la integración subjetiva
    y todos los problemas políticos y sociales que hoy recorren el planeta.»

  53. akurion Says:

    «Siempre se tiene que partir de alguna cosa, es decir, siempre se tiene que
    disponer de una cartografía mínima. En este sentido, para las personas calificadas
    socialmente como homosexuales, la mejor cartografía es la que se configura
    en el sentido de un devenir-homosexual y no aquellas cartografías que
    como la psicoanalítica giran alrededor de una confusión compuesta de
    sublimación y de todas aquellas majaderías»

  54. akurion Says:

    «La micropolítica es exactamente el intento de agenciar las cosas para
    evitar que suceda aquello de lo que he hablado en muchas ocasiones: un
    proceso de singularización de un grupo de homosexuales que provoque,
    en algunas circunstancias, la reificación de un devenir-homosexual individual.
    Intentar agenciar las cosas de modo que los procesos de singularización
    no se neutralicen mutuamente, no se recuperen en la reconstitución
    de pseudoentidades molares. La micropolítica consiste en crear un agenciamiento
    que permita, por el contrario, que esos procesos se apoyen unos
    en otros, intensificándose.»

  55. akurion Says:

    «Estoy convencido de que el devenir-homosexual es heterogéneo con
    respecto de un devenir-mujer. Por otro lado, es concebible que los universos
    de las homosexualidades, en cierta etapa, sólo puedan ser calificados a
    través de la semiotización de un devenir-mujer. Es lo que, sin querer, revelaron
    los freudianos clásicos: si usted no está en un devenir-dominante de
    hombre, entonces es porque usted es una mujer. Tal vez conozcan un artículo
    admirable de Pierre Clastres, que se llama «O arco o cesto». La diferenciación
    en la sociedad a la cual se refiere es absolutamente clara: o
    usted carga el arco, o usted carga la cesta; reencontramos esto mismo en
    todas las teorías relativas al falo.»

  56. akurion Says:

    «PREGUNTA. ¿Pero eso no es también una oposición maniqueísta: o usted está
    de un lado o usted está del otro?
    GUATTARI. Obviamente, es exactamente eso lo que estoy intentando decir. Es
    una oposición cerrada, pero al mismo tiempo es una oposición diferencial en
    relación con las oposiciones dominantes. Si yo no puedo integrarme en la
    iniciación de cierta posición sexual dominante, si no puedo semiotizar mi
    singularidad —que tal vez no sea ni hombre, ni mujer, ni planta, ni animal,
    ni nada de eso—, entonces seré una mujer. Sin embargo, no es eso lo que me
    va a permitir singularizarme. Puedo muy bien afeminarme, usar una cartera
    graciosamente, maquillarme: imitar de la manera más forzada posible los
    pseudo trazos de singularidad de la mujer. Esto es, asimismo, un proceso
    diferencial —en ese campo, nunca hay singularidades absolutas, sí acaso la
    muerte. Siempre estamos situados en procesos diferenciales de singularización:
    la cuestión está, exactamente, en no dejarse capturar, en no caer en esos
    modos de cualificación y de estructuración que bloquean el proceso.»

  57. akurion Says:

    «SUELY ROLNIK. Creo que la cuestión no está en considerar quien tendría más
    libertad, el hombre o la mujer, sino en circunscribir y problematizar el
    modelo que atraviesa, incluso en la actualidad, tanto la figura del hombre
    como la de la mujer; me refiero al falocratismo, de cuya lógica ambos son
    prisioneros. Y si lo que estoy diciendo tiene algún sentido, combatir esa política
    sexual dominante significaría tener como objetivo tanto esta figura
    como la del hombre (el macho, en cualquiera de sus versiones); esta figura
    de mujer, sea la novia o la puta, sea la esposa o la amante. La resistencia aquí
    consistiría en entrar en los procesos de diferenciación de todas esas figuras,
    Subjetividad e historia 99
    pues así lo que estaríamos desinvistiendo sería el propio falocratismo. Esos
    procesos son justamente lo que podríamos llamar, citando a Guattari, como
    devenir-mujer: devenir-mujer del hombre, devenir-mujer de la mujer, en fin,
    devenir-mujer de la sociedad.
    Lo que quiero decir es que la base de esta sociedad es un modo falocrático
    de producción de la subjetividad —modo de producción que tiene
    en la acumulación de capital su único principio de organización. Ese
    modo implica un proceso cada vez más acelerado de disolución de las formas
    vigentes y de producción serializada de nuevas formas, pero disociadas
    de la vida. Si estamos de acuerdo en esto, no precisamos hacer grandes
    esfuerzos para darnos cuenta de que en ese modo de producción, lo
    que se recalca es la posibilidad de crear formas de existencia a partir de
    una sensibilidad de los procesos vividos, formas tan múltiples y variadas
    como sean esos procesos. En otras palabras, lo que es reprimido es un tipo
    de «función de gravidez»: la potencia de ser fecundado por la alteridad,
    de funcionar como canal para la incubación de formas de existencia que
    se imponen en cada nueva configuración de la experiencia. Entonces: ¿no
    es precisamente ese devenir-mujer el que está siendo reprimido? En ese
    caso, cualquier ruptura con el modo de funcionamiento de la sociedad
    actual pasa por un devenir-mujer.»

  58. akurion Says:

    «GUATTARI. Partamos de una tábula rasa, de una reducción general de todas las
    significaciones dominantes, que desembocan en la afirmación de que habría
    hombres y mujeres, adultos y niños, un orden animal y uno vegetal.
    Arrojemos todo eso fuera y consideremos que no hay cuerpo, no hay identidad,
    pues todo está categorizado en un determinado modo de representación.
    En compensación, consideremos que hay objetos singulares, implicados
    en un proceso general de desterritorialización, objetos poéticos que funcionan
    como rupturas de percepción, como composición de procesos de sensibilidades
    y de representaciones heterogéneas, que en un momento dado se
    van a organizar según un determinado perfil que no puede ser remitido a
    las referencias ordinarias de las significaciones dominantes.
    Lo que quiero con mi devenir-mujer puede ser una manera de golpear
    los tacones de mi zapato en el piso, una manera de captar la intensidad de
    una relación de órganos (en el sentido más indefinible de «órgano»), una
    manera de territorializar algo, de volverme hacia alguien que me está mirando.
    Se trata de diferentes sistemas de intensidad que no se articulan necesariamente
    en una significación de mujer, que no son necesariamente categorizables
    en un modo de representación de la mujer. Pero puede ser también
    que, al mismo tiempo, yo esté metido en un «trip sadomasoquista», y que,
    en ese caso, pida a mi amante que articule e incorpore a la escena esos diferentes
    sistemas de intensidad. Sin embargo, especialmente en ese caso,
    tengo grandes chances de no realizar tal articulación, debido a la propia
    naturaleza del contrato sadomasoquista: como cuando se trata de un proceso
    cuya finalidad es exactamente la de abolirse como tal. Tales sistemas de
    intensidad, tales tipos de objeto, tomados en esos diferentes procesos relativos,
    pueden pertenecer a singularidades totalmente heterogéneas. Pueden
    ser del dominio de una semiótica etológica como cuando se trata de captar
    algo (como un objeto completamente desterritorializado) y tener la intensidad
    de esa captura, lo que en etología se llamaría función de grasping.
    Pueden también pertenecer al dominio de una representación plástica, o
    musical, al dominio de una semiótica corporal, de una caricia o, incluso,
    pueden estar incorporados a una escena fantasmática, lo que hace que se
    repitan siempre las mismas escenas (hasta en el sentido de «hacer una escena
    »… siempre la misma…).
    En otras palabras, tales elementos de singularidad molecular pueden
    coexistir y estar implicados en niveles completamente heterogéneos, según
    la naturaleza de los procesos en los que están incorporados. Es lo mismo que
    animar y procesar una singularidad que va a desempeñar un papel en un
    devenir poético, en un devenir-homosexual, pero que también va a desempeñar
    un papel en un devenir-hombre-de-letras, en un devenir-poder en un
    grupo social dado.»

  59. akurion Says:

    «COMENTARIO. Creen que lidiar con el lado institucional es reformismo, no
    cambia nada. Para ellos las instituciones deben ser despreciadas, porque lo
    que vale es sólo un tipo de cosa: el anarquismo, que yo cuestiono mucho.
    Considero una ingenuidad, como usted mismo ha dicho, despreciar al
    Estado con explicaciones del tipo «no cuenta», «nos oprime» y en nombre de
    eso, dejarlo de lado e intentar hacer algo completamente fuera, como si con
    eso fuésemos a conseguir la destrucción del Estado.
    SUELY ROLNIK. Ese malestar en relación con las instituciones no es nuevo, es
    por el contrario, un sentimiento especialmente presente en nuestra generación
    que, desde la década de 1960, ha tomado a las instituciones como uno
    de sus principales focos de protesta. Pero es verdad que en Brasil, desde
    hace unos años, ese malestar ha sido particularmente agudo, y eso se debe,
    para mí, a un dato absolutamente objetivo (y obvio) que es la «dureza» de la
    Subjetividad e historia 105
    dictadura, a la cual estuvimos sometidos durante tanto tiempo. La rigidez
    de ese régimen está encarnada, de un modo u otro, en todas las instituciones
    del país; y esto ha constituido un importante factor para el poder y para
    la permanencia de la dictadura.
    Pero creo que ese malestar antinstitucional, sea cual fuere su causa, no
    pasa sólo por ahí: la sensación de que las instituciones son territorios contaminados
    y que por eso nada debería ser investido en ellas, cumple
    muchas veces un papel defensivo. Ese tipo de sensación es, en mi opinión,
    el reverso de la fascinación con la institución que caracteriza la «líbido
    burocrática». En realidad, esas dos actitudes satisfacen una misma necesidad,
    que es la de usar las formas vigentes, lo instituido, como parámetro
    único y exclusivo en la organización del sí mismo y de las relaciones con
    el otro, evitando así sucumbir al peligro de colapso que podría ser provocado
    por cualquier tipo de cambio. Son dos estilos de simbiosis con la institución:
    uno de «pegamento» e identificación (quien adopta ese estilo basa
    su identidad en lo instituido), y otro de rechazo y contraidentificación
    (quien adopta ese estilo basa su identidad en la negación de lo instituido,
    como si hubiese en el plano de las formas un «afuera» de las instituciones,
    un supuesto espacio «alternativo» a este mundo).
    Viendo las cosas desde este prisma, tanto el «alternativismo» como el
    «burocratismo» se restringen a abordar el mundo desde el punto de vista
    de sus formas y representaciones, esto es, desde el punto de vista molar,
    y se protegen contra el acceso al plano molecular, donde se están produciendo
    y componiendo nuevas sensaciones, así acaban forzando la creación
    de nuevas formas de realidad. Ambos reflejan un bloqueo de la fuerza
    instituyente, una imposibilidad de entrega a los procesos de singularización,
    una necesidad de conservación de las formas vigentes, una dificultad
    de acceso al plano molecular, donde se engendra lo nuevo. Es más
    difícil de ser percibido en el caso del «alternativismo», porque implica el
    espejismo de un supuesto mundo paralelo que transpira una ilusión de
    autonomía y creación, y cuando creemos haber escapado del «conservadurismo
    », estamos corriendo el riesgo de caer en otro, más disimulado.
    En este sentido, estoy de acuerdo con usted: no es fingiendo que las instituciones
    no existen como se las va a transformar. Sin embargo es preciso
    hacer dos salvedades. En primer lugar, es obvio que ni toda experimentación
    social designada con el nombre de «alternativa» está marcada
    por ese carácter defensivo del espejismo de un mundo paralelo. Y, en
    segundo lugar, si pensamos en el contexto de la dictadura, se entiende
    que para soportar la dureza de un régimen autoritario, la tendencia sea
    la de fingir que no existe, con el fin de no tener que entrar en contacto
    con sensaciones de frustración y de impotencia que sobrepasan el límite
    106 Micropolítica. Cartografías del deseo
    de lo tolerable (tal y como se acostumbra a reaccionar frente alguna experiencia
    traumática). Y para sobrevivir, se intenta crear, en la medida de lo
    posible, otros territorios de vida, muchas veces clandestinos.»

  60. akurion Says:

    «El movimiento Psiquiatría Democrática, por ejemplo, intentó, desde el
    comienzo, presentar el problema en otros términos. Para comenzar, Basaglia
    siempre rechazó el término «antipsiquiatría». Consideraba que la acción en
    ese campo no podía ser realizada sólo a partir de pequeños grupos minoritarios;
    era necesario encontrar un modo de articulación para lo que estaba
    pasando en el seno de los establecimientos psiquiátricos. De ahí el tema central
    de un libro que tuvo mucho éxito en ese momento: La institución negada.
    Según esta corriente, un trabajo concreto de cuestionamiento de las instituciones
    sólo podría ser hecho, por definición, a través de una articulación con
    los movimientos políticos y sociales, tratando que éstos últimos tomaran
    conciencia de esos problemas.»

  61. akurion Says:

    a partir de la página 108 (segun la paginación misma del libro), Guattari comienza a narrar la experiencia de la Red Internacional de Alternativas a la Psiquiatría.

  62. akurion Says:

    p.113
    «GUATTARI. Retomando lo que intenté explicar antes, no se trata nunca de proponer
    un modelo alternativo. Pero sí, sin embargo, de intentar articular los
    procesos alternativos cuando éstos existen, sobre todo a escala europea: allí
    la situación de la psiquiatría en algunos países es completamente arcaica y
    casi carcelaria, mientras que en otros, especialmente en los países nórdicos,
    la sofisticación del control psiquiátrico ha sido llevada a un punto inimaginable.
    En Dinamarca y en Suecia, el Estado paga a madres de familia y concede
    horarios especiales a los trabajadores, para hacer grupos de psicoterapia;
    hay aldeas enteras cuya vida gira en torno a la terapia. Esto no tiene
    nada de absurdo; al contrario, es muy astuto.»

  63. akurion Says:

    La narración de la experiencia de la Red Internacional de Alternativas a la Psiquiatría, y del apartado sobre Psiquiatría, continua hasta la pag. 117

  64. akurion Says:

    de la pag. 117 hasta la 122 habla sobre la escuela

  65. akurion Says:

    «Cuando una idea es válida,
    cuando una obra de arte corresponde a una transformación verdadera,
    132 Micropolítica. Cartografías del deseo
    no es preciso artículos en la prensa o en la TV para explicarla. Se transmite
    directamente, tan deprisa como el virus de la gripe japonesa. La idea de que
    es necesario un telón global de medios de masas con respecto de las cosas
    de la cultura me parece profundamente perversa.»

  66. akurion Says:

    «Sería importante intentar ampliar la noción habitual de medios de comunicación
    de masas. Esta noción, en tanto exposición de productos como en una
    suerte de supermercado, es algo que determina no sólo las formas de consumo
    de la literatura, del arte, etc., sino también modeliza las formas de producción
    artística y literaria.»

  67. akurion Says:

    «Más exactamente la producción de una
    persona que no escribe para alguien, ni siquiera para sí mismo, y que hasta en
    algunos casos vive su proceso de escritura como algo extraño a su yo, como
    una suerte de intrusión productiva, como un proceso que puede ser amenazador
    para su sistema de representación del mundo; propiamente esa producción
    singular y menor, ese punto singular de creatividad tiene un alcance
    máximo en la producción de transformaciones de la sensibilidad, en
    todos esos diferentes campos que llamé revolución molecular.»

  68. akurion Says:

    «Los sistemas de difusión de la producción literaria, artística, etc. son
    siempre concebidos como pertenecientes al dominio de una pirámide de
    control y de selección, que se encarna en el hecho de que hay siempre un
    profesor que corrige las copias, un crítico que selecciona los textos, un editor,
    etc. Este modo de difusión es muy discriminante desde el punto de vista
    de las producciones seleccionadas. Podemos imaginar bastante bien sistemas
    de medios de comunicación de masas y de difusión que no pertenezcan
    a ese sistema piramidal. Esto no me parece absolutamente utópico puesto
    que, a fin de cuentas, durante milenios la difusión de los mitos, de los cuentos,
    etc., no pasó ni por O Globo, ni por los dos o tres críticos que producen
    ley en el mercado. Y esas producciones no dejaron por eso de encontrar su
    campo máximo de difusión.»

  69. akurion Says:

    «Es preciso tener mucho cuidado para no pensar la acción de los medios de
    comunicación como hacen frecuentemente los teóricos de la información y
    de la comunicación. En la actuación de los medios de comunicación, nunca
    hay un paso directo de los sistemas de producción de enunciados a los individuos
    que reciben esos enunciados; nunca hay un paso directo entre el productor
    y el receptor de la imagen. Los medios de comunicación de masas
    actúan siempre a través de la mediación de procesos de subjetivación. Los
    sociólogos han demostrado que la intervención de los medios de comunicación
    de masas en la opinión pública, por ejemplo, pasa siempre por sistemas
    intermediarios, los llamados grupos primarios o de two step. Y son precisamente
    esos niveles de subjetivación intermedios, esos grupos primarios, los
    que están en la mira de los procesos de producción de subjetividad capitalística.
    La modelización de esos grupos pasa por el control de sus líderes:
    éste es el objetivo de los medios de comunicación de masas.»

  70. akurion Says:

    «Lo que va a permitir el desmantelamiento
    de la producción de subjetividad capitalística es que la reapropiación
    de los medios de comunicación de masas se integre en agenciamientos de
    enunciación que tengan toda una micropolítica y una política por hacer en el
    campo social.»

  71. akurion Says:

    «La radio libre es como un fósforo que usted enciende y luego prende todo.»

  72. akurion Says:

    «GUATTARI. Estoy de acuerdo en que existe una equivalencia entre estas fórmulas.
    Pero diría lo siguiente:
    1. «Revolución molecular» corresponde más con una actitud éticoanalítico-
    política (lo mismo se puede decir con respecto de «función
    de autonomía»).
    2. «Proceso de singularización» sería el hecho más objetivo de una singularidad
    que se ha desprendido de los estratos de resonancia y que
    hace proliferar y ampliar un proceso, que podrá encontrar, o no, una
    estructura o un sistema de referencia intrínseco.
    3. La «autonomía» se refiere más a nuevos territorios, nuevos ritornelos
    sociales.
    4. Las «alternativas» pueden ser tanto macro como micropolíticas.
    5. En cuanto a «minoría» y a «marginalidad», yo vería la «minoría»
    más en el sentido de un devenir, un devenir minoritario (ejemplo: un
    devenir minoritario en la literatura, que sería una salida de las redundancias
    dominantes, un devenir-niño, un devenir-multitud, etc.), y en
    lo que se refiere a «marginalidad» se trataría de un término más sociológico,
    más pasivo.»


Replica a akurion Cancelar la respuesta